En esta edición de Proyecto Argo hemos visitado un auténtico paraíso. El destino ha sido el Océano Pacífico, en concreto el Archipiélago de Colón, más conocido mundialmente como las Islas Galápagos.

Por segunda vez la nave Argo ha puesto rumbo a Ecuador, país de los mil contrastes, del mestizaje, de la naturaleza desbordante, de las rutas y caminos intrincados y de las leyendas lejanas…

La magia de nuestra navegación nos ha llevado a una tierra de náufragos y piratas, enclavada en una encrucijada de implacables corrientes oceánicas, un paraíso de la biodiversidad.

Nuestro primer destino en Ecuador fue Guayaquil, la «Perla del Pacífico», la segunda ciudad en importancia del país después de la capital Quito.

Desde Guayaquil pernoctamos para volar al día siguiente rumbo a las Islas Galápagos.

Hace cerca de 500 años, el dominico soriano Fray Tomás de Berlanga, descubrió accidentalmente este archipiélago cuando viajaba desde Panamá hacia Perú enviado en misión real para mediar y tratar de resolver las diferencias políticas y territoriales que mantenían los conquistadores españoles Francisco Pizarro y Diego de Almagro.

El barco en el que viajaba, con destino Lima, inmerso en una temible «calma chicha» fue llevado a la deriva por las corrientes marinas del Pacífico llegando a aquel lejano archipiélago el 14 de marzo de 1535.

Los navegantes españoles describieron a estas tierras incógnitas como «Las Islas Encantadas» por el misterio que presentaban al aparecer y desaparecer entre la niebla del Océano Pacífico. Según sus relatos, daba la sensación de que eran las tierras y no el barco el que se movía.

Nuestro primer destino en el archipiélago fue la Isla de San Cristóbal, donde visitamos el Centro de Interpretación Ambiental para tener un primer acercamiento a la historia y a la biodiversidad de las Islas Galápagos: Playa Mann, Punta Carola, el León dormido (donde hicimos snorkel), Cerro Brujo, Manglecito o Puerto Grande fueron algunos de los lugares que conocimos.

La siguiente Isla fue Santa Cruz, donde disfrutamos en primer lugar de Bahía Tortuga para admirar de cerca lobos marinos, iguanas, pelícanos pardos y las curiosas zayapas. Desde allí seguimos nuestro recorrido por Playa Mansa, Rancho Primicias, Túneles de Lava y los Cráteres Gemelos. Durante el recorrido pudimos observar tortugas, lagartijas lava, pinzones y un largo etcétera de especies de plantas y animales.

En Isla Isabela, visitamos la Galapaguera, el Circuito de Humedales y la Poza de los Flamingos, para poder avistar estas esbeltas aves y el resto de la fauna del lugar como: teros, zarapitos, patos gargantilla y gallinulas. El recorrido al Complejo de Humedales incluyó la vista al Muro de las Lágrimas, Cerro Orchilla, El Estero, varias lagunas, El Túnel del Estero, Playa Amor y la Laguna de la Diablas.

Ascendimos al Volcán Sierra Negra y disfrutamos del incomparable paraje de Los Túneles, y como final de nuestra estancia navegamos hasta el Islote Tintoreras, bautizado así por los tiburones de punta blanca que habitan esta zona, donde también pudimos observar piqueros de patas azules, cangrejos de Galápagos, pelícanos o los simpáticos pingüinos de Galápagos.

De Isabela volvimos a Santa Cruz para visitar Las Grietas y Playa de los Alemanes, y como colofón, visitamos la Estación Científica Charles Darwin, donde pudimos mantener un contacto muy cercano con las diferentes especies de tortugas y recorrer los bosques de cactus gigantes.